Santaflow, en su Nana al decadente, dice así: ‘Ya no puedo soportar esta sociedad infantilizada’.
¿Que la sociedad se ha infantilizado? Eso es falso. La sociedad se ha “adolescentizado”. El niño es un ser alegre, voluntarioso, confiado, agradecido, que disfruta y hace disfrutar.
El adolescente, en cambio, es un depresivo inseguro y quejón, ignorante de todo pero engreído hasta la médula, gandul, ingrato, caprichoso y preocupado por frivolidades idiotas, y por su apariencia, y por lo que digan los demás de él, y por satisfacer en todo momento sus deseos inmediatos, y por placeres físicos instantáneos, y por tenerlo todo y a todos bajos sus pies. Y aún así, gozando de todo a todas horas, es un infeliz.
Esa es la sociedad hoy en día. No niños (ojalá). Sino niñatos lloricas e hipersensibles. Y otra cosa, los niños aún conservan y cultivan su individualidad: exploran sus gustos, su personalidad, sus miedos… Los adolescentes necesitan furiosamente una pandilla en la que fundirse y renunciar a ellos mismos en pos de la manada.
Y a esa gentuza de ahí arriba le viene bien. Quieren destruir la individualidad, la responsabilidad y la libertad, así de simple. La mía no la van a tener, pero… qué barato habéis vendido la vuestra. La habéis regalado, y ni siquiera sabéis a quién.
Rematemos con una frase del agente K en la peli MEN IN BLACK:
El individuo es listo. La masa es un animal miedoso, idiota y peligroso.