El cine, como el teatro y la literatura, es tan mágico que puede atarnos a la butaca y estremecernos, e introducirnos en una historia, de modo que olvidemos que estamos viendo una película y vivamos una ficción de manera tan real que sintamos el miedo y la desolación que, en este caso, sufre una mujer protagonista, aunque sepamos el desenlace al ser una historia real.
LA INFILTRADA tiene el siguiente argumento: Una joven recién salida de la Academia de Policía Nacional, es reclutada por uno de los agentes, interpretado de manera magistral por el gran actor Luis Tosar, para infiltrarse en la banda terrorista ETA, ella muestra su disposición para una empresa tan arriesgada, así es que adopta una nueva identidad, y llega a San Sebastián con la intención de cumplir con el deber aceptado. El riesgo de ser asesinada y la soledad le esperan en su nuevo destino, pero se entrega en su misión y comienza a mezclarse con el sórdido ambiente abertzale. Está inspirada en hechos reales.
Dirigida por Arantxa Echevarría, una mujer con un talento cinematográfico excepcional, que es también la autora del brillante guión, la película tiene el ritmo de un film de acción, la apasionante historia no decae en ningún momento, al contrario, nos mantiene en vilo y adoptamos la situación de esa heroína singular sabiendo que lo que vemos ocurrió de verdad en una parte de España. Esto sucede porque el principio de intriga está muy bien creado en el guión.
Interpretada por una actriz soberbia, Carolina Yuste, que posee una mirada que sólo han tenido algunas actrices de la historia del cine. Echevarría nos introduce en la terrible pesadilla que vive esta chica en una ciudad y en un casco antiguo claustrofóbico dominado por el mundo cómplice del terrorismo, magníficamente ambientado en su angustiosa y sofocante complicidad. Después de seis años en esas circunstancias, asciende en el sector más peligroso y tiene que vivir con uno de los asesinos, al que más tarde se unirá otro de los terroristas más sanguinarios de ETA. A partir de ese momento se dedicará a ahuyentar las sospechas que la banda armada tiene de ella y a pasar información al policía, en unas entrevistas peligrosas, en las que se desarrolla una complicidad dura y a la vez entrañable con él. Las secuencias de estos encuentros tienen la misma intensidad dramática que todo el film.
Los etarras, además de sanguinarios criminales, son machistas, analfabestias, cretinos, zafios y psicópatas. La convivencia con ellos en el apartamento tiene una enorme tensión, a veces aterradora. Es la primera vez que se muestra, en una producción cinematográfica, el carácter de los terroristas, sin tapujos, sin la repugnante compasión, sin la justificación con la que hemos tenido que tragar hasta ahora. Hay una escena muy significativa en la que La Infiltrada le pregunta al etarra cómo se sentiría si obtuviese la independencia, y cuando él contesta y ella y todos los espectadores oímos el argumento del descerebrado, nos invade el asombro ante la ignorancia y la estupidez del cretino criminal. Otra secuencia muy importante es cuando el terrorista, con el que se ha tenido que acostar, le describe cómo y con qué placer asesinó a un funcionario de prisiones. A partir de ese momento a ella y a nosotros nos recorre el miedo en nuestra espina dorsal y viviremos su experiencia con la protagonista, pues esta actriz es tan soberbia que expresa en silencio su horror con la mirada, a la vez que petrifica su rostro para que el asesino no se dé cuenta de lo que piensa.
La dirección de actores es fantástica, el extraordinario oficio de Echevarría está a la altura de los directores más grandes del cine internacional. Su talento es tan sorprendente que puede competir con las realizaciones más importantes que existen, muchos desearían tener su habilidad para construir un thriller tan elegante y eficaz como este, sabe como se cuenta una historia que atrape al espectador de principio a fin. Nos apenamos cuando la película termina, hemos disfrutado tanto que tenemos ganas de saber más de los personajes que acompañan a esta valiente mujer. Se debería de hacer una serie con esta formidable historia, con la misma dirección y el mismo reparto. Cuando esta película pase a las plataformas será un éxito indiscutible y multitudinario, pues aunque hasta ahora ha sido la más taquillera, cuando la vea toda España triunfará de manera apabullante.
No creo que se lleve, como merece, los premios Goya de Dirección e Interpretación, aunque no tiene rival, pero todos sabemos el sectarismo de las gentes del oficio y esta película no obedece a sus falsos dogmas.
Por Ana MEGÍAS CALERO
Magnífica crítica, comparto todo lo escrito!!!
La ví y vibré en la butaca, es tal cual la describes Ana, eres estupenda con tus análisis.